Restaurante Interno, en Cartagena

El Espectador

Una experiencia gastronómica, emocional y social nunca antes imaginada. Un espacio innovador, ejemplo de reconciliación entre la población recluida y la que vive en libertad. Un espacio único lleno de esperanza y optimismo, ambientado con buen sabor y rectitud.

En lenguaje escueto, se trata de un restaurante ubicado en el corredor de entrada a la cárcel de mujeres en Cartagena, en pleno centro histórico, a una cuadra del hotel Santa Clara. Unas internas cultivan la huerta, otras se encargan de la cocina y otras atienden las mesas. Todas ellas reflejan optimismo, alegría, amistad, ilusiones y sueños. No hay duda de que las internas que participan en este proyecto se reintegrarán más fácil a la sociedad, reconstruirán los lazos sociales, tendrán más oportunidades y, de paso, se reducirá la reincidencia.